Patrimonio de la milpa
La milpa, el sistema de agricultura milenaria maya, es clave para la conservación de las selvas en Yucatán, y necesita a las mujeres y a los jóvenes para sobrevivir.
En una topografía kárstica llana, dominada por el lecho de roca caliza con algunos árboles de jabín, dzidzilche y otros característicos de la región, dispersos y arbustos secos; en este peculiar paisaje característico de la zona maya, es una sorpresa, descubrir todo tipo de calabazas y calabacines verdes, amarillos y naranjas creciendo entre las rocas, junto con las diferentes variedades de maíces y frijoles que los abrazan.
La agricultora Ofelia Quijada está orgullosa de su cosecha: "Hemos visto una gran prueba para la sociedad durante la pandemia. Restaurantes, hoteles, todos cerraron, la mayoría se vino abajo. Lo que siguió brillando y prosperando fue nuestro trabajo de campo, en eso pudo confiar la gente. Dio a la gente la esperanza de poder ayudarse a sí misma y a los demás en este periodo difícil".
La milpera Ofelia Quijada con su nieta. © Fotografía Roxana Auhagen
La milpera Ofelia Quijada con su nieta. © Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
© Fotografía Roxana Auhagen
Una antigua práctica agrícola es clave para la conservación de las selvas en Yucatán: La milpa.
Ofelia, de 53 años, vive en el pueblo de Oxkutzcab, en la península de Yucatán, y siempre ha practicado la agricultura ancestral, llamada milpa. La milpa, es un sistema de cultivo tradicional practicado por los indígenas mayas de Centroamérica y del sur de México, consiste en rotar las parcelas agrícolas -generalmente con maíz, frijol, calabaza y otras hortalizas- dentro de una zona selvática. Esta rotación implica la plantación de múltiples cultivos, lo cual permite la regeneración natural de la selva, en parcelas previamente cultivadas. Como resultado, estos "jardines forestales comestibles" mantienen altos niveles de biodiversidad y fertilidad del suelo al preservar un mosaico de hábitats forestales y agrícolas, nuevos y regenerados. Una gran variedad de especies vegetales y animales de Yucatán dependen de los diversos entornos creados por esta antigua práctica agrícola que ha perdurado por más de 3,500 años, es así, que se dice que la milpa es la forma de manejo y conservación de las selvas.
El corazón de la cultura maya: un sistema agrícola de importancia mundial
"La milpa es el corazón de la cultura maya. Es una articulación entre naturaleza, sistema agrícola y cultura; dentro de la milpa, los tres elementos están en armonía", afirma la antropóloga social Silvia Terán.
Este año (2023) la milpa maya de la península de Yucatán recibió el reconocimiento mundial como sistema de patrimonio agrícola de importancia mundial (SIPAM) por parte de la FAO, gracias al trabajo colectivo y esfuerzo de milperas y milperos, los gobiernos de los tres estados de la Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán), con apoyo de instancias académicas y ONG´s.
"La recuperación del conocimiento presente en el sistema milpero, tanto agrícola como cultural, así como un reconocimiento internacional, juega un papel principal muy importante porque es dignificar la actividad -es un mensaje importante, sobre todo para las mujeres y para los jóvenes- porque si alguien puede hacer algo para preservar el legado del sistema agrícola milpero son los jóvenes y las mujeres que se han ido incorporando también al trabajo milpero", dice Terán.
"Si alguien puede hacer algo para preservar hoy el legado del sistema agrícola de la milpa, son las mujeres y los jóvenes".
Silvia Terán, antropóloga social
La Secretaria de Desarrollo Sustentable del Estado de Yucatán, M.I.A. Sayda Melina Rodríguez Gómez destaca: “En México, el maíz es un símbolo de identidad, un alimento indispensable y forma parte del patrimonio histórico, en el caso del “Ich Kool”, la Milpa Maya Peninsular. Mirarla a través del tiempo, nos remite conocer nuestros orígenes y presenciar que pese a las adversidades que representa el cambio climático para todos los sistemas ecológicos, antrópicos y en general toda forma de vida, la milpa maya está vigente y permanecerá, gracias a una transición de saberes y conocimientos que día a día, buscan fortalecerse y preservarse”.
Ofelia Quijada ha nota que las generaciones más jóvenes de su comunidad maya buscan cada vez más oportunidades fuera de su entorno local.: "A algunos les da vergüenza que les llamen campesinos, ¡pero es nuestra raíz! Somos mayas y hasta ahora no hemos perdido del todo nuestras tradiciones. Ya no las vivimos del todo, pero tratamos de cuidar nuestras tradiciones, porque mucha gente que estudia y tiene títulos, no trabaja en el campo, busca trabajo en otro lado". Esto es evidente en el caso de su hijo, quien actualmente reside y trabaja en los Estados Unidos, como muchos otros jóvenes que migran buscando mejores formas de vida. Las nueva generaciones deben ser los herederos de los conocimientos de formas de producción, de la observación de las cabañuelas y de los vientos, seleccionar las semillas, por eso la importancia de que permanezcan y aprendan de los abuelos.
Aparte de la emigración de los jóvenes y la consiguiente pérdida de conocimientos agrícolas tradicionales, el sistema de la milpa maya se enfrenta hoy en día a varios retos, principalmente debido a las cambiantes condiciones sociales, económicas y medioambientales. © Fotografía Roxana Auhagen
Aparte de la emigración de los jóvenes y la consiguiente pérdida de conocimientos agrícolas tradicionales, el sistema de la milpa maya se enfrenta hoy en día a varios retos, principalmente debido a las cambiantes condiciones sociales, económicas y medioambientales. © Fotografía Roxana Auhagen
Las mujeres no tienen acceso al derecho a la tierra
Aparte de la emigración de los y las jóvenes y la consiguiente pérdida de conocimientos agrícolas tradicionales, el sistema de milpa maya se enfrenta a varios retos, ocasionados principalmente por las cambiantes condiciones sociales, económicas y medioambientales. Entre estos retos se incluyen, por ejemplo, la incertidumbre por los derechos de propiedad y tenencia de la tierra poco definidos, que pueden provocar conflictos por el uso de la tierra y socavar la sostenibilidad a largo plazo de las prácticas de la milpa, que en su mayoría se practica en áreas de uso común en ejidos y áreas de selva comunales.
"Las mujeres en Yucatán, en su mayoría no tienen derechos agrarios, lo cual es problemático, sobre todo porque son ellas las que en su mayoría trabajan en la milpa y dependen de ella, ya que los hombres en su mayoría abandonan las zonas rurales por otros trabajos en las ciudades. Las mujeres deben organizarse para obtener derechos sobre la tierra alrededor de la milpa y poder transmitirla también a sus hijos e hijas. Sólo así podrá sobrevivir el sistema", afirma Silvia Terán.
Otra razón para que las personas agricultoras abandonen las prácticas tradicionales de la milpa es la creciente presión del mercado, con una demanda cada vez mayor de cultivos comerciales, que vienen de la agricultura extensiva o la agroindustria industrial, en contraposición a la agricultura de subsistencia de la milpa. La expansión de las tierras de cultivo y la urbanización están provocando la deforestación y la conversión de tierras, lo que reduce aún más la disponibilidad de zonas selváticas con parcelas de milpa adecuadas. Cada vez hay menos espacios para realizar la milpa, con los período de descanso o “barbecho” adecuados, para que el suelo y su biodiversidad se regenere, las condiciones actuales no son las mismas y limita la productividad esperada por las y los milperos.
Al mantener un mosaico de tierras forestales y agrícolas, el sistema de la milpa maya reduce la presión global sobre las selvas primarias, que son sumideros vitales de carbono, y contribuye así a evitar la deforestación a gran escala. "La Selva Maya, ha sido gestionada en su mayor parte como un paisaje, siendo un territorio donde abunda la milpa maya, y donde a través de 3500 años de gestión rotativa en parcelas con un tamaño medio de dos hectáreas, se ha revitalizado la selva y se ha promovido la conservación al mismo tiempo. En el sistema de la milpa, se deja descansar o lo que llamamos barbecho durante 20 a 50 años incluso, y se vuelve a manejar. Eso lleva a una recuperación sana, a un manejo ordenado", dice Minneth Beatriz Medina García, Directora de la Junta Intermunicipal de la región Puuc (JIBIOPUUC).
La Región Biocultural del Puuc, forma parte de un corredor biocultural más amplio que se extiende hasta Centroamérica y a través del proyecto denominado “Ventana B de Yucatán” se trabajó en el programa de manejo de la reserva, fortaleciendo alternativas de producción sustentable a través de la apicultura, el pago por servicios ambientales y el apoyo a la milpa maya, todo esto gracias a la alianza liderada desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del estado de Yucatán, el fondo mundial para la naturaleza (WWF) y la Junta Intermunicipal Biocultural del Puuc (JIBIOPUUC), en sinergia con otros aliados dentro del territorio, como los municipios, productores y productoras.
“Estamos convencidos , que la milpa maya es un sistema que se ha adaptado y se adapta a los retos que se presentan a nivel humanitario, como consecuencia de un modelo de desarrollo convencional, y gracias al arduo trabajo realizado por las milperas y milperos a diario, este sistema permanece y es menester de todas y todos hacerlo continuar”, subraya la La Secretaria de Desarrollo Sustentable del Estado de Yucatán, M.I.A. Sayda Melina Rodríguez Gómez.
Elisabeth Pérez Martínez se considera afortunada de ser una de las agricultoras apoyadas por el proyecto - junto con su esposo trabaja en su parcela de milpa, rodeada de la típica selva seca yucateca "Tengo un cariño, un amor por mi trabajo", dice y añade: "Es una maravilla estar aquí entre los árboles. Es una selva que debemos cuidar, que debemos querer, que debemos proteger, como si fuera una persona".
La agricultora de Milpa Elisabeth Pérez Martínez cosechando maíz. © Fotografía Roxana Auhagen
La agricultora de Milpa Elisabeth Pérez Martínez cosechando maíz. © Fotografía Roxana Auhagen
Un agradecimiento especial a Minneth Medina García y su equipo en la JIBIOPUUC, las comunidades de la Reserva Biocultural del Puuc, Edgar González y la Oficina de País del PNUD en México, M.I.A. Sayda Melina Rodríguez Gómez, Sergio Ricardo Aguilar Escalante, Gilberto M. González Kuk y el equipo de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Estado de Yucatán, Eduardo Rendón y WWF México, Sébastien Proust y el Programa de Pequeñas Donaciones del PNUD, así como a GCFTF y NICFI por su apoyo y colaboración.
Historia, video y fotografía: Roxana Auhagen, PNUD C&F | Fotografía con drones: Sébastien Proust, PNUD SGP | Social Media: Sila Alici Kavuk, PNUD C&F
Notas a pie de página:
- El Grupo de Trabajo de Gobernadores sobre Clima y Bosques (GCFTF) es una amplia red de 43 jurisdicciones que cubren más de 1/3 de las áreas forestales tropicales del mundo. El PNUD Clima y Bosques actúa como socio ejecutor del GCFTF para ofrecer una ventana de financiación competitiva con el fin de fomentar enfoques innovadores para lograr la transformación del paisaje forestal. El estado de Yucatán es una de las cinco jurisdicciones del GCFTF que han recibido financiación a través de este mecanismo...
- La Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) de Yucatán, el Consejo Intermunicipal de Medio Ambiente de la zona Puuc (JIBIOPUUC) y WWF México están implementando el proyecto "Implementación de la Estrategia Estatal REDD+ para el desarrollo rural sustentable" en el estado mexicano de Yucatán. El proyecto se centra en una de las reservas forestales más importantes, la Región Biocultural del Puuc, que forma parte de un corredor biocultural más amplio que se extiende hasta Centroamérica, fortaleciendo la capacidad del organismo rector (JIBIOPUUC) y las alternativas de producción sostenible mediante prácticas agroforestales tradicionales (milpa maya), apicultura, pequeña producción de alimentos y pago por servicios ambientales.
- PNUD Clima y Bosques asiste a diferentes países y partes interesadas en la implementación del Acuerdo de París mediante la reducción de la deforestación, la degradación de los bosques y la promoción de vías de desarrollo sostenible.